Sal y ven,
junto a mi vera,
acércate que no es certera,
un certero corazón,
que muere y mata de dolor,
que siente y sale junto al sol,
que siempre calla, por favor.
Sal y ven,
a contemplar,
resucitar el sin cesar,
y sin cesar ahora parar a respirar
sin respirar...
A reflejar sin embaucar,
a embarcar sin navegar,
al este mundo dibujar sin retratar.
Sal y ven,
a renacer.
Pues conocer el sin teson,
mi más amado "hasta más ver",
es triunfo y galardón
para un absurdo ya "que hacer".